lunes, 3 de abril de 2017

¡Ponte punk!

¿Alguna vez haz  experimentando un inexplicable hartazgo por las normas que rigen a la sociedad?, ¿o unas tremendas ganas de simplemente romper con el orden establecido?, ¿de eso llamado “políticamente correcto”? 

Tus padres, jefes, maestros, etc, ¿en alguna ocasión te han advertido: "¡bájale!", "¡ya estuvo no!", "¡no estés chingando!", "te estás pasando..."?


¿El desorden y el caos a veces parecen ser más que tentadores e incluso adictivos?


De ser así, quizá algo de punk esté transgrediendo tus venas, ¡pero espera!, antes de salir a orinar en plena vía pública o alterar las señales de tránsito, entre otras cosas, debes saber que el arte también ha adoptado al punk como un medio de protesta y denuncia ante lo excluyente, lo represor y aquello considerado “aceptable”.

Por: I.M Quiles


Es de destacarse la importancia que un artista influenciado por el punk brinda a los sucesos sociales cotidianos y a las emociones de los individuos, ya sean éstas producidas por alguna enfermedad, droga u otra alteración. 

Una obra determinada lleva aquella simple circunstancia o sentimiento hasta el límite.


Il Laboro / Maria Pratts y Albert Mallol, 2013
https://vimeo.com/64102212

Mucho del trabajo de estos artistas está influenciado por el cine serie B y el gore. Existe terror, angustia y tensión, pareciera que ésas son las materias primas empleadas para la expresión del punk, o al menos durante los años 80.




Fomento de la piratería, burla y destrucción pura hacia todo aquello relacionado con  el capitalismo y los elementos impuestos para mantener el orden, son la razón de ser del punk, pues según éste, sólo representan limitaciones a la verdadera libertad. Se trata de cuestionar todas las normas establecidas.



If you are not careful you will be cut / Jimmie Durham, 2007 
Hasta el pasado 26 de marzo, la exposición “Punk. Sus rastros en el arte contemporáneo”, mostró en el Museo Universitario del Chopo, de la ahora CDMX, diversas obras representativas de la cultura punk, entre éstas figuraron pinturas, videos, fotos, instalaciones y demás documentos que atestiguan el paso del punk a través de cuatro décadas y exponentes de diversas nacionalidades.

Durante este recorrido uno puede toparse de cara con lo alterado, lo degenerado, lo sucio… o como sea que pueda calificarse según la subjetividad personal. Aunque si algo puede asegurarse es que ninguna de las piezas pasará desapercibida.




Visitarla y conocer todo aquello fue una especie de fuga hacia otra vida alternativa, un sin futuro y un contexto cuyo panorama radical obliga a concientizarse sobre una crisis de la sociedad moderna.

En cada imagen se puede descubrir que hay un algo más allá de la aparente simplicidad, un algo que irrumpe, inquieta y muy ajeno a la conocida normalidad. 


Más allá de mirar, los sentidos se saturan y se decodifica el mensaje que cada imagen y elemento pretenden transmitir.

La información podría no resultar placentera o bella, pero está ahí para recordar que hay otras realidades más allá de la personal, exige tener más receptividad, como si un gigantesco “STOP”, te chocara de frente y con altivez gritara: ¡Estoy aquí y nada me parece! 

Entonces se entiende que el punk es confrontación hacia lo establecido, sobre todo a la opresión de los poderes fácticos.

La violencia en determinadas regiones es revelada a través de distintos escenarios que dan cuenta de las diversas acciones y el poder que ésta ejerce, cuánto daño genera, y como puede ser empleada simplemente como una herramienta para subyugar y controlar.


La violencia no se debe únicamente al terrorismo o al mismo punk y sus movimientos radicales culturales. “Violencia”, para entender del punk, es la del sistema mismo, ¿qué más puede confrontar a la violencia sino la violencia misma? El ruido, la furia y la rabia.


A través del recorrido por las diferentes interpretaciones del punk, los artistas plasmaron en su arte, la inconformidad hacia la violencia en el contexto de la historia político-social de la que fueron testigos o esos eventos que hasta hoy, representan un indecoroso episodio que no puede tan sólo permanecer en el pasado.

"Always Carry a Bible"

Si se habla acerca de la violencia no puede dejarse de lado tampoco toda protesta contra la división de género, la sociedad sexista, la violencia que es vinculada a estereotipos culturales y el temor a los peligros del espacio urbano.





No podría esta exhibición concluir sin dejar muy en claro que el legado, expansión e influencias del movimiento punk pueden conocerse de la mano de icónicos libros, pósteres, portadas de discos y videos inspirados en esta cultura de la negación.